Prevención de infecciones urinarias
Un programa reduce la tasa de infecciones postoperatorias en pacientes con cáncer
Las infecciones urinarias aumentan la morbilidad, mortalidad y costos de atención sanitaria, y prolongan las hospitalizaciones de los pacientes que requieren sondas urinarias, en especial los que se someten a cirugías o procedimientos complejos prolongados para tratar cánceres urológicos o ginecológicos. Para reducir la incidencia de las infecciones urinarias, los profesionales clínicos del MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas desarrollaron un programa de mejora de la calidad para pacientes quirúrgicos de la institución.
En los Estados Unidos, las infecciones urinarias postoperatorias se producen en el 2 al 5% de los pacientes quirúrgicos. En 2011, los cirujanos del MD Anderson revisaron los registros de unos 800 pacientes quirúrgicos consecutivos y descubrieron que durante los 30 días siguientes a la cirugía se producían infecciones urinarias en el 2.9% de los pacientes. Los cirujanos compararon esa tasa con las de otras instituciones participantes del Programa nacional de mejora de la calidad quirúrgica (NSQIP, por sus siglas en inglés) del American College of Surgeons (ACS, Colegio Estadounidense de Cirujanos), que mantiene una base de datos de los resultados de los pacientes. El análisis indicó que aunque la tasa de infecciones urinarias postoperatorias del MD Anderson era menor que las tasas observadas en muchas instituciones, había elementos para mejorar. Por ese motivo, las infecciones urinarias se convirtieron en el centro de una actividad de mejora de la calidad determinada por datos dentro de la División de Cirugía.
“MD Anderson es un lugar notable en cuanto a la determinación por datos”, dijo el Dr. Thomas Aloia, profesor adjunto del Departamento de Oncología Quirúrgica y vínculo de la institución con el ACS. “Cuando les presentamos a las personas de la institución datos que indican que podemos mejorar, nadie se resiste a las mejoras. Nuestros proveedores quieren mejorar y desean los mejores resultados para nuestros pacientes”.
Reducción de las tasas de infecciones urinarias
Para abordar el problema de las infecciones urinarias, la División de Cirugía formó un equipo de cirujanos, enfermeros, anestesiólogos, farmacéuticos, proveedores de prácticas avanzadas, aprendices e ingenieros ambientales para examinar el uso por parte de la institución de sondas urinarias, que se usan en casi todos los pacientes sometidos a cirugías en el hospital principal de la institución. El equipo instituyó un programa de evaluación y mejora de la calidad denominado “S.T.O.P. UTI”, que fue denominado por los cuatro aspectos de control de sondas del programa
- colocación estéril de la sonda,
- retiro oportuno de la sonda,
- posicionamiento óptimo de la sonda (es decir, para evitar el reflujo de la orina a la vejiga), y
- obtención correcta de muestras (es decir, muestras de orina limpias para validar un diagnóstico de infección urinaria).
La evaluación inicial ayudó al equipo a ocuparse de las áreas de mejora, que incluían cambios en los protocolos de enfermería y la consolidación de los materiales requeridos para la colocación de la sonda. Desde 2012, cuando se lanzó S.T.O.P. UTI, hasta 2015, las tasas de infecciones urinarias postoperatorias en el MD Anderson cayeron del 2.90% al 0.46%. Y hubo un elemento adicional: las tasas de infecciones urinarias de los pacientes con sondas urinarias colocadas pero no sometidos a cirugía también disminuyeron, del 2.4% en 2014 al 0.6% en 2015, aunque S.T.O.P. UTI era un programa de mejora específico para la División de Cirugía.
“No hubo programas simultáneos en otras divisiones que explicaran esos resultados”, dijo el Dr. Aloia. “Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que las lecciones aprendidas en la primera parte del programa de mejora de la calidad quirúrgica se habían difundido a toda la institución. El ACS buscó en la literatura y, por lo que puede decir, esta es la primera vez que un programa de mejora de la calidad quirúrgica de este tipo se propaga a toda una institución. El personal de enfermería merece créditos significativos, ya que participó en la mejora del proceso desde el comienzo y aplicó los nuevos protocolos de enfermería a todos los pacientes hospitalizados con sondas urinarias y no solo a los pacientes quirúrgicos. En definitiva, todo el hospital se benefició”.
El informe inicial sobre la iniciativa S.T.O.P. UTI se presentó en la Conferencia anual del NSQIP del ACS 2014; y en la conferencia de julio de 2016, el Dr. Aloia y sus colegas hicieron una presentación de seguimiento del impacto del programa en la institución. Desde entonces, las instituciones del país se comunican con el MD Anderson para preguntar por el programa.
“El programa S.T.O.P. UTI es una herramienta que cualquier institución puede usar para evaluar sus procedimientos de uso de sondas, buscar eslabones débiles y corregirlos”, dijo el Dr. Aloia. “Esperamos que esto se difunda”.
Otros proyectos de mejora de la calidad
Desde la reducción de la tasa de infecciones urinarias en el MD Anderson, el Dr. Aloia y sus colegas se dedicaron a otros proyectos de mejora de la calidad (véase “Los programas de recuperación quirúrgica aumentada mejoran los resultados perioperatorios de pacientes con cáncer”, OncoLog, septiembre de 2015).
Entre los temas abordados en esos proyectos están las infecciones de heridas quirúrgicas y la neumonía postoperatoria; las tasas de ambas se redujo en un 30% desde que se iniciaron los proyectos.
“Seguimos con cada área que podamos mejorar”, dijo el Dr. Aloia. “Nuestro último informe del NSQIP indica que el MD Anderson es ejemplar en todos los ámbitos, y eso se debe en gran parte a que abordamos sistemáticamente los problemas cuando surgen. Nuestras actividades de mejora de la calidad dan muy buenos resultados”.
Para más información, comuníquese con el Dr. Thomas Aloia al 713-563-0189 o escríbale a taaloia@mdanderson.org.
OncoLog, Octubre 2016, Volumen 61, Número 10