Células asesinas naturales para el tratamiento del meduloblastoma
La infusión de células asesinas naturales (NK) en el cerebro se muestra promisoria contra el meduloblastoma y otros tumores de la fosa posterior
Los meduloblastomas, los tumores cerebrales malignos más comunes en los niños, suelen ser incurables si son recidivantes. Sin embargo, ahora se está inscribiendo a pacientes pequeños con meduloblastoma recidivante y otros tumores malignos de la fosa posterior en un ensayo clínico de una terapia nueva en la que se infunden células asesinas naturales (NK, por sus siglas en inglés) directamente en el cerebro.
Los meduloblastomas tienen recidivas en el 20% al 30% de los pacientes pediátricos después del tratamiento estándar con cirugía seguida de quimioterapia y radioterapia concurrentes y luego quimioterapia adyuvante o—para niños menores de 3 años—cirugía seguida de quimioterapia de altas dosis y trasplante de células madre. Tumores malignos menos comunes de la fosa posterior, que incluyen ependimomas y tumores rabdoides teratoides atípicos, también tienen altas tasas de recidiva y malos pronósticos.
El tratamiento actual del meduloblastoma recidivante es la quimioterapia de último recurso y, para pacientes de al menos 3 años de edad, la reirradiación. Incluso con tratamiento, los pacientes con meduloblastoma recidivante tienen una tasa de supervivencia general a 2 años de menos del 20%.
“Necesitamos encontrar terapias nuevas para los tumores de la fosa posterior que puedan tener un efecto significativo en la supervivencia”, dijo el Dr. Soumen Khatua, profesor adjunto y jefe de la Sección de Neurooncología Pediátrica de la División de Pediatría del MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas.
Células NK (asesinas naturales) para el tratamiento del cáncer
El Dr. Khatua es el investigador principal de un ensayo clínico (N.º 2013-0765) en el que se inyectan células NK autólogas directamente en los cerebros de los pacientes. En este momento se está inscribiendo a pacientes menores de 22 años con tumores malignos recidivantes de la fosa posterior. El Dr. Khatua dijo que la mayoría de los pacientes del estudio hasta ahora se sometieron al menos a un intento fallido de terapia de último recurso.
Para cada paciente del estudio, se obtienen células NK de la sangre del paciente, se expanden y se criopreservan hasta el momento de la infusión. Se coloca un catéter en el cuarto ventrículo del paciente y se infunden las células NK autólogas por el catéter. El paciente recibe tres ciclos de tratamiento con células NK; cada ciclo comprende tres infusiones por semana durante 3 semanas seguidas de 1 semana de descanso. Tres meses después de finalizar el tratamiento, al paciente se le realizarán estudios de resonancia magnética para evaluar la respuesta del tumor.
“Hemos realizado más de 50 infusiones y no hemos observado toxicidades limitantes de las dosis”, expresó el Dr. Khatua. “Este es un ensayo de dosis creciente, y hemos pasado al segundo nivel de un total de tres niveles de dosis”.
Aún no están disponibles los resultados preliminares del ensayo, pero los estudios preclínicos mostraron que las células NK tenían actividad antitumoral contra las líneas celulares del meduloblastoma y de los tumores rabdoides teratoides atípicos. Los modelos de xenoinjertos de meduloblastoma en ratones confirmaron esa actividad.
Estos estudios y el ensayo clínico resultante fueron desarrollados por un equipo que incluía (además de al Dr. Khatua) al Dr. Laurence Cooper, Ph.D., a Vidya Gopalakrishnan, Ph.D., al Dr. Wafik Zaky, y al Dr. Dean Lee, Ph.D., respectivamente científico visitante, profesor asociado, profesor adjunto y ex profesor asociado de la División de Pediatría; y a los Dres. David Sandberg y Jeffrey Weinberg, ambos profesores del Departamento de Neurocirugía.
Direcciones para el futuro
Debido a que el ensayo clínico actual es el primero en infundir células NK directamente en el cerebro, se tomaron varias precauciones de seguridad. Una de ellas fue infundir tres dosis de células NK por semana en lugar de una dosis grande semanal. Debido a la seguridad comprobada de las infusiones iniciales, los investigadores propusieron una modificación para el protocolo del ensayo de modo que todas la dosis de cada semana pudieran administrarse en una infusión en lugar de tres.
Otra disposición de seguridad fue el uso de células NK autólogas en lugar de alogénicas. Sin embargo, debido a que en los estudios preclínicos que derivaron en el ensayo se usaron células NK alogénicas, el Dr. Khatua y sus colegas piensan que las células NK alogénicas o productos de células NK “ya disponibles” podrían ser más eficaces que las células NK autólogas en el uso clínico. “Ahora que la seguridad de las células autólogas parece establecida, y esperemos que se establezca más, es probable que el siguiente paso sea el uso de células NK ya disponibles o alogénicas”, dijo el Dr. Khatua.
Por último, al Dr. Khatua y sus colegas les gustaría que haya ensayos futuros para investigar si la infusión de células NK tendrá sinergia con los fármacos quimioterapéuticos contra los tumores malignos de la fosa posterior. El Dr. Khatua dijo: “Es imperativo que encontremos tratamientos nuevos que incluyan agentes biológicos que puedan infundirse de forma directa en el cerebro para combatir estos tumores desde muy cerca y, aun así, evitar la toxicidad de la quimioterapia sistémica”.
Para más información, comuníquese con el Dr. Soumen Khatua al 713-792-3280.
OncoLog, Octubre 2016, Volumen 61, Número 10