Visita a domicilio: Fatiga oncológica
Consejos para combatir la fatiga
La fatiga es el síntoma más común informado por los pacientes oncológicos. Múltiples factores como el dolor, los efectos secundarios del tratamiento y el estrés contribuyen a la fatiga, y su control requiere varias técnicas.
“Incluso después de terminar el tratamiento, hasta un 30% de los sobrevivientes al cáncer experimentan fatiga”, dijo la Dra. Carmen Escalante, profesora y titular del Departamento de Medicina Interna General del MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas. “Sin embargo, la fatiga no es algo que los pacientes con cáncer y los sobrevivientes a esta enfermedad deban simplemente aceptar”.
En la Clínica de la Fatiga del MD Anderson, la Dra. Escalante ayuda a los pacientes y sobrevivientes del cáncer a desarrollar estrategias para superar la fatiga. Algunas de estas estrategias se resumen a continuación y funcionan tanto para los pacientes como para los sobrevivientes, pero el enfoque ideal del control de la fatiga de cada persona dependerá de sus síntomas.
Haga ejercicio
Al principio parece contradictorio decirle a alguien que siente cansancio que salga y haga ejercicio. Sin embargo, la investigación ha demostrado que el ejercicio moderado ayuda a mejorar el nivel de energía de una persona. “De todas las técnicas que se han estudiado, el ejercicio cuenta con los mejores datos para demostrar que puede mejorar la fatiga”, dijo la Dra. Escalante. “No obstante, antes de que los pacientes puedan comprobar una mejora, se requieren un par de meses”.
La clave para los pacientes oncológicos con fatiga, especialmente aquellos que no han hecho ejercicio regular con anterioridad, es comenzar lentamente a caminar cortas distancias o a hacer alguna actividad de baja intensidad y aumentar gradualmente la cantidad de ejercicio. Antes de comenzar una nueva rutina de ejercicio, los pacientes deben consultar a un médico.
Duerma
La falta de sueño puede contribuir a la fatiga. Cambios menores como evitar la cafeína, la nicotina y el chocolate por la tarde y por la noche, así como apagar la televisión una hora antes de acostarse, ayudan a algunos pacientes a dormir mejor. Si esos cambios no mejoran el sueño, tal vez será conveniente que el paciente sea evaluado para descartar un trastorno del sueño.
Ahorre energía
Los pacientes con fatiga pueden planificar sus actividades para ahorrar energía. Esta planificación puede incluir establecer prioridades para asegurarse de hacer lo más importante y delegar algunas tareas a otras personas. Las actividades que exigen mucha energía pueden programarse para la hora del día en que el paciente tiene su nivel máximo de energía, y además pueden programarse pausas entre las tareas.
Controle el estrés y la ansiedad
Varias opciones se encuentran disponibles para aliviar el estrés y la ansiedad que contribuyen a la fatiga. Técnicas de relajación como la meditación y la respiración profunda pueden ayudar a reducir el estrés. Además, la mayoría de los hospitales de tratamiento oncológico disponen de asesores que pueden ayudar a los pacientes a enfrentar el estrés y la ansiedad. A algunos pacientes con ansiedad relacionada con el cáncer se les administra medicación; sin embargo, estos medicamentos no son aptos para todos los pacientes.
Medicamentos
Para tratar la fatiga relacionada con el cáncer, se han probado medicamentos tales como estimulantes y antidepresivos. Sin embargo, estos estudios han tenido variados resultados, dijo la Dra. Escalante. Por lo tanto, los medicamentos generalmente se reservan para los pacientes con trastornos específicos que contribuyen a la fatiga y que pueden ser tratados de esa forma.
La Dra. Escalante señaló que los antidepresivos solos no ayudan a mejorar la fatiga, a menos que el paciente tenga depresión clínica. Los estimulantes, sin embargo, pueden emplearse con otras intervenciones como el ejercicio en el caso de los pacientes con fatiga moderada a intensa. La Dra. Escalante agregó que es poco probable que las compañías de seguros paguen un medicamento estimulante, a menos que el paciente haya sido diagnosticado con una condición para la cual se haya aprobado el medicamento, tales como el trastorno de déficit de atención/hiperactividad o la apnea obstructiva del sueño.
Reciba ayuda profesional
En cualquier punto durante o después del tratamiento oncológico, los pacientes con fatiga pueden solicitar a sus médicos que los derive a una clínica que se especialice en el control de la fatiga. En la Clínica de la Fatiga del MD Anderson, aproximadamente la mitad de los pacientes continúan recibiendo tratamiento oncológico y la mitad de ellos lo han finalizado.
En su primera visita a la clínica, los pacientes reciben un examen físico completo. “Les hacemos análisis de laboratorio, si no se los han hecho recientemente, para buscar problemas médicos reversibles que contribuyan a la fatiga, como anemia, hipotiroidismo o disfunción renal y hepática”, dijo la Dra. Escalante.
Además, los pacientes completan un cuestionario detallado sobre sus síntomas de fatiga, ansiedad, estrés, dolor y sueño. “El cuestionario nos ayuda a desentrañar esta telaraña de síntomas y a desarrollar un plan de tratamiento enfocado para cada paciente”, dijo la Dra. Escalante. Por lo general, estos planes incluyen ejercicio y algunas de las otras técnicas descritas con anterioridad. Dependiendo de las necesidades de un paciente, este puede también ser derivado a otros expertos, como psiquiatras o especialistas en medicina del sueño.
Las visitas de seguimiento se programan para al menos 6 semanas después. Durante estas visitas, se repite el cuestionario para supervisar si hubo cambios en los niveles de fatiga. La Dra. Escalante señaló que los niveles de fatiga de sus pacientes suelen mejorar con el tiempo.
“La fatiga no siempre desaparece por completo”, dijo la Dra. Escalante, “pero reducirla de un nivel intenso a un nivel moderado o leve puede mejorar la calidad de vida”.
Para más información, consulte con su médico, visite la Clínica de la Fatiga del MD Anderson en http://bit.ly/2qbZqoG, o comuníquese con la Clínica de la Fatiga llamando al 713-563-7100.
OncoLog, Julio 2017, Volumen 62, Número 7